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miércoles, 14 de marzo de 2012

LA PARABOLA DE LOS TALENTOS


LOS TALENTOS DE LA CENTRAL
Con el advenimiento de nuestro talentoso Rector y hacedor, se ha inaugurado, entre otras muchas, la Dirección del Talento Humano. Así, tal como lo leen, Talento Humano.
Sin mucho talento, pero con muchas ganas de conocer, he recurrido a los mismos orígenes de la palabra “talento” y aquí el origen de la palabra, de la oficina y de los manuales de clasificación y valoración de los puestos de los siervos, perdón de los empleados Universitarios de la Central. He aquí la parábola.
“Listo para emprender un largo viaje, el más largo, el dueño de los confines llamó a su siervos y les repartió sus bienes en dinero, cuya denominación era talento. Claro, no eran los bienes propios que repartía, sino los bienes del Estado; y a uno le dio cinco, a otro dos y al que no era de su agrado solo uno. Al regresar o al encontrarse nuevamente casi que en la otra vida, el de cinco talentos le demostró que convirtió en diez, el de dos en cuatro y el de uno que no le servía ni para vivir, peor para ahorrar y menos invertir, se comió (aun que otros dicen que enterró). El momento de las cuentas, la evaluación dirían, los siervos más leales, beneficiarios y aduladores se jactaron que habían duplicado, de cinco hicieron diez y de dos cuatro, y les dijo, en el mismo rectorado, al que se encontraba a su diestra, siervo bueno entrarás al gozo del señor, y al tercero le dejó tremenda reprimenda que no servía para nada y además que, empleado no mas siendo, ni siquiera votaba en la próxima elección y ordenó que, por inútil “quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos…Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado….Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes.” Mas o menos así es la parábola del talento, ver Mateo 25:14-30. Para que vean que no siempre hay buenos cristianos.
Resulta entonces que el Rector pone una oficina a fin de repartir los talentos y subraya lo de talento humano, como si los talentos no fueran propios de la humanidad (tal vez en una jaula de micos se justifique que ellos si se jacten ridículamente de haber llegado a poseer talento humano) Pero bueno, como se repartieron esos talentos?
Pues así:
  • El Rector se elevó a 7.300 talentos: el más talentoso de todos los tiempos.
  • El Vicerrector académico a 7.008 con menos talento, pero no se queda atrás
  • Vicerrector administrativo y
  • Director General Académico a 6.450 con menos percentil de talento.
Y así, sucesivamente,
  • Decanos 4.650
  • Vicedecanos 4.100
  • Diecisiete Directores administrativos, cada uno 3.960
  • Más de cincuenta, entre otros Directores para todo 2.336 c/u
  • Y el talentoso Director de Talento Humano (o sea el vivísimo) 3.168
Estos talentosos, como diría José Ingenieros, terminan siendo en realidad unos pobres de carácter y “Los pobres de carácter no resisten; ceden a esa hipnotizacion. La pérdida de su dignidad iniciase cuando abren el ojo a la prebenda que estremece su estomago o nubla su vanidad, inclinándose ante las manos que hoy le otorgan el favor y mañana le manejaran la rienda.”
El resto, más de mil doscientos, tratados como siervos de la gleba, tendrán que conformarse con el mismo talento que tuvieron desde las épocas de Olalla, se congelarán indefinidamente, observando que solo los talentos de sus jefes se multiplican. Los aumentos solo para los talentosos, el resto a congelarse y a crujir los dientes… Así disque eliminan las “Brechas salariales existentes…”

La Sombra
No son ni la sombra de mi talento, ja, ja
...salgo cuando me de la gana!!

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