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martes, 8 de mayo de 2012

LA PARCA EN LA U...

LA PARCA… Fue el primer viernes del mes de mayo, el sol radiante. El Hospital como taciturno, bajo de remos, hecho casi una noche. En el ambiente se podía percibir el olor a nardos, las flores que adornaban; sahumerio, mirra y el quemado del palo santo. Con sincera o hipócrita consternación habían acudido allí, amigos y amigas y si no lo eran también, a expresar sus sentimientos, especialmente sentimientos de temor. El sacerdote, vestido como en sesión solemne de la u, oración tras oración, levantada tras arrodillada, persignaciones una tras de otra, cantos y alabanzas en buen número y múltiples abrazos de lado y lado, perdonaba a todos, todos los males del prójimo, y también unos a otros, en el fondo, ¡jamás! 
A la final como sabemos nunca hay ventajosamente muerto malo. Hoy peor. 
De esta forma, con un exorcismo para el que se recogió contribuciones, los feligreses aspiraban a ahuyentar los malos espíritus, la guadaña, la parca, la huesuda, la calavera que al parecer pulula colgando su diente de tecla entre los pasillos hospitalarios. 
No es la primera demostración de semejante fe religiosa, no vista siquiera en la época en que García Moreno fue Rector de esta antes ilustrísima y laica Universidad. 
Razón no les falta, hace pocos meses a otro difunto empleado universitario también le cantaron misa en los pasillos bajo el rectorado. Ambos, en distintos meses y cada quien por su lado, habrían fallecido infartados casi que en su puesto de trabajo. Otro profesor de Arquitectura, terminó su útil vida en medio de heroicos procedimientos para impedir lo fatal en la sala de cuidados intensivos del hospital de la misma universidad; de lo que se conoce, en estos últimos meses dos profesores acudieron a los servicios de su seguro con síntomas de infarto; hace algunos meses atrás, otro fue operado de corazón abierto; un maestro de la Facultad de Ciencias agronómicas tomó el fatal camino del suicidio. Respeto para todos ellos. 
¿Qué es lo que sucede con esta demostración de lo que los médicos llaman la epidemiología de la muerte? Si hubiera estadística se podría saber científicamente cómo se está inclinando la curva de mortalidad entre empleados y profesores de la universidad, se sabría lo que sucede con los jubilados.
Los expertos, no en vano asocian los infartos con las condiciones de vida, el estrés, los estados de angustia, la perspectiva del devenir. Y el exorcismo con el temor. La inseguridad de las personas no solo es frente a los delincuentes, arranchadores, estruchantes, carteristas, cachineros… Se trata de una inseguridad en el ambiente de trabajo, en la perspectiva personal y de grupo; la incertidumbre del futuro.
Congelados los sueldos, obligados a la renuncia con jubilaciones insignificantes, suspendidos incentivos y la jubilación complementaria, sin el pago de los fondos de reserva, en mora patronal, sin prestamos quirografarios ni hipotecarios, sin seguridad en el puesto de trabajo, bajo la amenaza de informaciones sumarias y de controles subrepticios, con la intimidación dentro y fuera de la Universidad… la parca acecha… 
Al menos, el Superior de nuestra academia o sea el sumo pontífice local, o el cura de esta parroquia, ha alentado se cante misa en el interior de la institución académica y científica para exorcizar y ahuyentar esta dama con su canilla fría que visita en territorios tan propicios para su paseo. Ya nos acostumbraremos, por nuestra seguridad, tanto a los militares en las calles combatiendo con “heroísmo” a los delincuentes, cuanto en la U, cosmopolita como es, “plural, científica y ...”, acudiendo a misas, sacrificios, sanaciones, ofrendas, cultos y sermones de cristianos, evangelistas, adventistas, mormones, testigos de jehová, anglicanos, budistas, panteistas, taoístas, Hare Krishna, tibetanos, rosacruz, maradonianos… se deberá construir un gran muro de los lamentos; y también supongo se permitirá los ritos de los satánicos, agnósticos, descreídos, masones...Algo nunca visto. Y a mi muerte, que espero no será pronto, como otro q espera la parca antes que yo, aspiro se celebre con música de los Jackson, en la mismísima biblioteca virtual, bailando en holograma con Madonna. Así dejo dicho.

La Sombra..